Debiera ser digno de análisis reposado, la baja popularidad de los dirigentes de tres países importantes en el seno de la Unión Europea, aunque se puede ampliar a alguno más.
El Presidente francés Macrón, cuenta con las peores cotas de popularidad de un Presidente de la República, apenas llega al veinte o veintidós por ciento de aceptación por parte de los franceses.
El Canciller Sholtz, se encuentra también muy desprestigiado, con unos índices de intención de voto para su partido Socialdemócrata, alarmantes.
Del señor Sánchez , podemos decir lo mismo, su descrédito es tal, que su salidas al exterior suelen ser ruidosas por abucheos, algo por supuesto, no justificable, pero que indica un estado de malestar profundo y así podemos seguir con otros dirigentes de Países Bajos y Bélgica por ejemplo.
Cuando se gobierna, no pensando en el ciudadano, sino obedeciendo a proyectos extraños y lejanos, haciendo ingeniería social, parece lógico que la población, reaccione rechazando una forma de actuar que sólo ha perjudicado, a los intereses de los europeos en la última década.
Para cerrar el circulo del descontento, ahora se baraja en Bruselas que Úrsula Von der Leyen, no repetirá en su cargo, a pesar de sus intentos, lo que creo que será una buena noticia para Europa y los intereses ciudadanos, porque está señora se ha dedicado a defender las políticas del Foro Mundial y del globalismo más perjudicial, en cuanto a España, ha sido uno de los baluartes más firmes del señor Sánchez en demérito de los Populares Europeos.
En resumen, Europa, cambiará y eso tiene de los nervios al falso “progresismo” y a todos los responsables de la actual crisis social, cultural y económica de Europa.
Ojala en Junio, tras las Elecciones al Parlamento Europeo, se produzcan unas nuevas mayorías que acaben con las políticas destructoras, que se han llevado en Europa en los últimos años.
