Esta tardando en llegar a los juzgados la situación que se viene relatando en los medios de comunicación sobre las actuaciones llevadas a cabo por Begoña Gómez, la mujer del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y ha tenido que ser Manos Limpias quien lo ha hecho en el Juzgado de Instrucción número 41 en Plaza de Castilla, que ha abierto diligencias para estudiar la posible realización de delitos de tráfico de influencias y corrupción en el sector privado.

El juez Juan Carlos Peinado, titular del Juzgado, ha decidido admitir la trámite la denuncia de Manos Limpias, para determinar la posible implicación de Begoña Gómez, sus conexiones empresariales y personales y los posibles tráficos de influencias y corrupción que pueda haber tras conocerse el «caso Koldo» y todas sus ramificaciones posteriores, principalmente con el grupo Globalia, propietaria de Air Europa, de la familia Hildalgo, que mantienen una relación personal y empresarial con la mujer de Pedro Sánchez al que se aprobó un rescate para Air Europa, valorado en 475 millones de euros, por el Consejo de Ministros.

Así, lo desvela este miércoles El Confidencias, quien ha informado de esta nueva situación en torno a Begoña Gómez. Hay que recordar que Globalia tenía como empleado a Víctor de Aldama, principal intermediario en el escándalo de las mascarillas, que recibió también apoyo gubernamental para rescatar otro de sus negocios, Ávoris, que sumaba un total de 1.000 millones recibidos durante la pandemia.

Desde el 2019, se conocen los vínculos entre Globalia y Begoña Gómez, a través de la empresa Wakalua, una iniciativa para fortalecer relaciones e incrementar su influencia en esferas de poder. La empresa fue establecida con la colaboración de la Organización Mundial del Turismo y tenía su sede en uno de los centros tecnológicos de Barrabés, quien ha sido colaborador en el proyecto académico que actualmente dirige la mujer del Presidente del Gobierno.

En el 2020, el IE Africa Center dirigido por la mujer de Sánchez, firmaba un acuerdo por el que Globalia la patrocinaba, mientras en ese periodo de tiempo, Begoña Gómez mantuvo reuniones en privadas con Javier Hidalgo, CEO de Globalia, en las oficinas de la empresa.

 La UTE formada por Innova Next y The Valley Digital Bussines School, obtuvo un importante contrato de 5,8 millones de euros, aunque su valor inicial era de 7,7 millones, financiado con fondos de la UE, consultora que pertenece a Carlos Barrabés quien diseñó el máster dirigido por Begoña Gómez, un contrato logrado a pesar de enfrentarse a algunos de los principales competidores de la del sector tecnológico.

Según El Confidencial, la UTE, integrada por una pequeña y una mediana empresa, contó con la recomendación de Begoña Gómez, que no solo superó varios requisitos, sino también recursos legales interpuestos por sus competidores contra su adjudicación.

En la querella interpuesta por Manos Limpias se pide que se cite a Begoña Gómez como investigada y se recaben diversos documentos, incluidas las cartas de recomendación que favorecieron a Barrabés y los expedientes de los contratos adjudicados.